Silva ha utilizado el Jardín Botánico como escenario en sus novelas 'El alquimista impaciente', 'Noviembre sin violetas' y 'El déspota adolescente'
El escritor Lorenzo Silva ha animado a visitar, a conocer, a pasear o a leer en el Real Jardín Botánico de Madrid, el escenario elegido por él para grabar una entrevista para TVE que se emitirá mañana jueves 1 de agosto en su Informativo de "Madrid", dentro de una serie de diálogos y conversaciones con madrileños reconocidos que han seleccionado un lugar de la capital de España para estas entrevistas.
Lorenzo Silva reconocía dentro y fuera de cámara que "el Jardín Botánico de Madrid es un lugar donde he ido muchísimo a leer y que me ha servido de inspiración en algunos de mis libros". En concreto, el último ganador del Premio Planeta por la novela 'La marca del meridiano', cita al Real Jardín Botánico en sus obras: 'Noviembre sin violetas' (1995), 'El alquimista impaciente' (Premio Nadal 2000) y 'El déspota adolescente' (2003).
Enamorado del Jardín Botánico, Silva ya ha manifestado en otras ocasiones que, cuando estudiaba Derecho en la Complutense "me escapaba de la Universidad y venía aquí con un buen libro. Es un sitio que me da paz". A su juicio, el Jardín Botánico te permite estar en el centro de la ciudad, pero a la vez fuera. "Es como una isla en mitad de Madrid", ha señalado el escritor madrileño.
En las siguientes líneas, se expresa ese sentir literario de Lorenzo Silva por el Jardín Botánico. "Una vez que lo rebasó, se fue en diagonal hacia la izquierda. Mantuvo esa dirección hasta desembocar en la puerta del Jardín Botánico. Pagué mi entrada medio minuto después de que ella pagara la suya. Tiempo suficiente para que se internara por un sendero lateral y perdiera su pista momentáneamente. Un poco más tarde la encontré sentada al pie de un gran árbol." (...).
(...) "En fin, señor guardia -dijo, repentinamente distante-. Ya sabe por qué he venido aquí. En otoño me escapo siempre que puedo, Me gusta ver cómo cambia el color de las hojas, de un día para otro, hasta que caen. Quince minutos aquí me descansan mucho más que lo que hacen mis compañeros, parar a tomar un café recalentado en el microondas de la oficina". (El alquimista impaciente, Editorial Destino).
