Integrado en la Unidad de Horticultura del Jardín Botánico de Madrid cuenta con una colección de unas 3.500 accesiones de unos 1.800 taxones diferentes
Sus principales objetivos son la conservación material vegetal ex situ de semillas silvestres y el apoyo a la colección de plantas vivas
El Banco de Germoplasma del Real Jardín Botánico, CSIC, integrado en la Unidad de Horticultura, es un servicio esencial para la conservación de nuestro futuro vegetal. No en vano, aquí se conservan unas 3.500 accesiones o lotes de semillas de unos 1.800 taxones diferentes de origen natural en condiciones que permiten asegurar su conservación a largo. El Banco colabora activamente en la consecución de los objetivos marcados por el Convenio de Diversidad Biológica (Río de Janeiro, 1992) y desarrollados dentro de la Estrategia Global de Conservación Vegetal (La Haya, 2002). Dentro de estos objetivos figura la conservación ex situ del 60% de la flora española en peligro de extinción.
Una accesión es un lote de semillas de una especie que se ha recogido en un lugar determinado y en un momento concreto. Lleva un código de recolección que le identifica y le acompaña desde la recogida en campo hasta su conservación definitiva. Las primeras semillas de origen silvestre que se guardan en el Banco son de 1986.
Los dos principales objetivos del Banco de Germoplasma son, por un lado, la conservación ex situ de semillas silvestres, es decir una estrategia para conservar la diversidad genética y de los organismos fuera de sus hábitats naturales y una herramienta eficaz para la protección de la flora silvestre amenazada, y, por otro, el apoyo a la colección de plantas vivas.
Proceso de conservación
A la pregunta de cómo se conservan las semillas, la responsable del Banco de Germoplasma y técnico de Horticultura del Real Jardín Botánico, Nuria Prieto, señala que "la conservación se inicia con una primera fase de documentación, para estudiar las especies a recoger y los lugares donde están citadas, a la que sigue la recolección en sí; un periodo de aislamiento de no menos de tres semanas; la limpieza, cuantificación y viabilidad y germinación, en este último caso sobre lotes de 100 semillas".
Seguidamente, añade Nuria Prieto, se procede al secado de las semillas en una cámara hermética de metacrilato hasta el 10-15% de humedad; al etiquetado y almacenaje para, finalmente, completar el proceso con su congelación. "Las semillas de la colección base o de conservación a largo plazo se conservan a -10ºC y una humedad menor al 3-4% y en envases herméticos, mientras que las semillas de la colección de trabajo o conservación a corto plazo se conservan a -5ºC en envases no herméticos", explica la responsable del Banco.
Además de colectar nuevo material por parte del personal de la Unidad de Horticultura o de recibirlo de los investigadores del propio Jardín Botánico, el Banco de Germoplasma intercambia semillas con numerosos jardines botánicos de todo el mundo. Como resultado de dichos intercambios, el Jardín envía anualmente alrededor de 800 muestras de semillas a unos 250 centros, principalmente europeos. La lista de semillas disponibles para intercambiar se edita anualmente en una publicación llamada Index Seminum, que se distribuye a más de 500 jardines y centros de investigación.
El Index Seminum es un catálogo de semillas para su intercambio. El catálogo más antiguo data de 1800, pero es a partir de 1950 cuando se comienza a publicar de manera periódica. Actualmente se puede consultar on line en la página web del Real Jardín Botánico y se actualiza anualmente.
Las instalaciones del Banco de Germoplasma cuentan con una sala de conservación y una sala de trabajo. Ambas salas son subterráneas para minimizar las oscilaciones de temperatura y optimizar el funcionamiento de la maquinaria del Banco. La sala de conservación cuenta actualmente con 15 neveras frigoríficas donde se almacenan las semillas. En la sala de trabajo se dispone de todo el equipamiento necesario para la limpieza, desecación y encapsulado de las muestras. Además cuenta con una cabina de flujo laminar y una germinadora para realizar pruebas de germinación que permitan evaluar el estado de conservación del material.
En un futuro, el Banco de Germoplasma contará también con el instrumental necesario para la conservación de esporas de helechos y hongos, así como para la extracción y conservación del ADN. Con todo ello, el Banco pretende impulsar su capacidad de conservación de todo tipo de material vegetal.
Más información:
http://www.rjb.csic.es/jardinbotanico/jardin/index.php?Cab=8&len=es&Pag=13