El cedro ha volcado por las rachas de viento, que hoy han activado la alerta amarilla de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) en toda la Comunidad de Madrid, por riesgo de fuerte viento, de hasta 80 kilómetros por hora. La superficie del suelo que sustentaba el cedro estaba extremadamente húmeda por tantos días de lluvia y nieve, lo que ha provocado falta de adherencia de la tierra a las raíces. A ello se ha sumado cierto desequilibrio en su copa, que fue compensado sin perder la estética del porte en los últimos años mediante podas de equilibrio y con un cableado flexible.
El conjunto de estos factores ha provocado que el cepellón de raíces, ya en parte suelto de la tierra, no fuese capaz de compensar los movimientos de la copa, y el cedro con su cepellón basculase y volcase apoyándose sobre el suelo del Jardín. No ha habido que lamentar daños personales, puesto que el desplome del cedro ha sucedido antes de la apertura al público del Jardín.
No es la primera vez en la larga historia del Botánico que ocurre un incidente similar. En el ciclón de 1886 cayeron 560 ejemplares, dos de ellos de cedro del Líbano, entre ellos el más antiguo y ya existente en el año 1796. También, en el año 1991, otro ciclón derribó cuatro ejemplares centenarios de almez.
El Real Jardín Botánico permanece abierto al público con normalidad. En breve se procederá a plantar otro ejemplar de la misma especie. La madera del Cedro abatido (aproximadamente dos toneladas) se va a entregar a un taller de lutier para la realización de instrumentos musicales.

Vista del cedro del Líbano con la última nevada